A Radia Perlman (1952, Virginia, EE. UU.) no le gusta que la llamen la Madre de Internet. Lo cierto es que hizo suficientes méritos como para poder ostentar ese título pero ella opina que es “muy presuntuoso”. Ella es creadora de software, ingeniera de redes y experta en seguridad.
Es conocida principalmente por haber creado el protocolo Spanning Tree (STP) o Árbol de Expansión, uno de los elementos necesarios para el funcionamiento de Internet. Como ella explica en este vídeo, “hizo posible que las redes se gestionasen solas, que solo tuvieras que conectarlas y ellas supieran lo que tenía que pasar y cómo mover la información”. Una de sus contribuciones fue “entender cómo hacer que esas cosas funcionasen de una forma robusta que ya de por sí es todo un desafío”. Aunque fuera un gran descubrimiento, ella declaró que había que perfeccionar el algoritmo.
Perlman nació en un entorno científico y tecnológico. Tanto su madre como su padre fueron ingenieros que trabajaron para el Gobierno de Estados Unidos. Su madre fue programadora y su padre trabajaba en el ámbito de los radares. Desde pequeña encontró fascinantes los acertijos de lógica y disfrutaba con las clases de matemáticas. Le gustaba la ciencia pero también gozaba con la música clásica; tocaba el piano y la trompeta. Le gustaba escribir y componer, aunque finalmente eligió la rama científica.
Su primer contacto con la programación fue en secundaria, cuando un maestro animó a varios de sus estudiantes a atender una clase en el Instituto de Tecnología Stevens. De esa experiencia salió un poco aterrada porque no conocía ninguno de los conceptos que se trabajaron en aquella clase. Sin embargo, fue ya como estudiante de segundo año en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) cuando aprendió verdaderamente a programar. Su primer trabajo remunerado a tiempo parcial llegó en 1971, en el laboratorio de inteligencia artificial del Instituto.
Asimismo, fue una pionera en la enseñanza de programación para niñas y niños pequeños. Entre 1974 y 1976, desarrolló un sistema de programación tangible, TORTIS (Toddler’s Own Recursive Turtle Interpreter), que permitía a las niñas y niños (de dos a cinco años) presionar botones para generar diferentes acciones.
Después de graduarse en matemáticas en 1976, comenzó sus estudios de posgrado en el MIT. Cuando llegó la hora de hacer su tesis, no encontró ningún asesor, nadie que le guiara y, según cuenta ella, el departamento de matemáticas tampoco fue de gran ayuda. Por ello, lo apartó por un tiempo y se unió al grupo de BBN Technologies, donde se dedicó a diseñar protocolos de red. Más tarde, en 1980, comenzó en la empresa Digital Equipment Corporation donde desarrolló, en 1984, el conocido algoritmo que hay detrás del Spanning Tree. Finalmente, en 1988, volvió a la escuela de posgrado, esta vez para doctorarse en ciencias de la computación. En su tesis abordó el problema del enrutamiento cuando se producen fallos de red maliciosos.
Durante sus años de estudio en los años 60-70 y su carrera profesional, no coincidió con muchas mujeres. En clase, por ejemplo, solo eran unas 50 de 1000 estudiantes. Al parecer, esta cifra tan baja se debía a que el MIT no tenía suficientes dormitorios para mujeres. Más tarde, las residencias se convirtieron en mixtas. En ese contexto, Perlman no fue muy consciente del desequilibrio de género; no ver a mujeres en esos círculos se convirtió en algo normal. Pero, más tarde, cuando observaba a una mujer rodeada de hombres se daba cuenta de que aquella situación resultaba “un poco rara” y que, a fin de cuentas, ella pertenecía a ese “otro” género.
El valor de lo sencillo
Si algo caracteriza a Perlman es la sencillez. No quiere títulos ni ser la mejor en su ámbito, solo desea que su trabajo ayude y facilite el acceso a la tecnología. Aun así, sus contribuciones no dejan de ser importantes en el ámbito de la computación. Por ejemplo, es autora de un libro sobre redes y coautora de otro sobre seguridad de redes: Interconnections: Bridges, Routers, Switches, and Internetworking Protocols (1999) y Network Security: Private Communication in a Public World (1995), los cuales todavía no están traducidos al español. Además, cuenta con más de cien patentes. Algunos de sus trabajos son, por un lado, el Ephemerizer, un protocolo que se utiliza para borrar información que ha caducado, y por otro lado, uno que sirve para autentificar usuarios, el User Centric PKI.
En cuanto a los premios que ha recibido, destacan el de la Asociación USENIX y el de SIGCOMM. Asimismo, fue reconocida como Inventor del Año 2004 y fue nombrada dos veces como una de las 20 personas más influyentes en las tecnologías de la información (en 1992 y 1997). Actualmente es parte de la empresa Dell EMC, después de pasar por la compañía Intel.
Ella ha declarado en más de una ocasión que “la tecnología debería ser fácil” porque “las cosas difíciles no funcionan”. Por ello, todavía sigue investigando para que Internet se convierta en una herramienta sencilla que esté al alcance de todos, y sobre todo, que sea más segura.
Fuente: Las redes que atraparon a Radia Perlman – Mujeres con ciencia