Susan Wojcicki, la ‘aristócrata’ de Silicon Valley al mando de YouTube

  • Se licenció en Historia y Literatura en Harvard
  • Fue la primera directora de marketing de Google

Existe la costumbre en España de pensar que si alguien estudia carreras como Historia o Literatura solo puede dedicarse a la docencia. Sin embargo, la realidad es mucho más variopinta. En los países anglosajones tienen mucho más asumido que una formación humanista no supone un freno a una carrera científica, económica o empresarial, sino que la potencia. Un ejemplo de ello es la trayectoria de Susan Wojcicki (se pronuncia voyiski), consejera delegada de YouTube, que estudió Historia y Literatura en Harvard y dos másteres en Economía y ADE en California.

Cuando se habla del origen de Google -hoy una parte de Alphabet- la historia se centra en Larry Page y Sergéi Brin, pero fue Wojcicki quien les alquiló el garaje de su casa en Menlo Park para que desarrollaran allí su famoso buscador. No solo eso, sino que ella se incorporó a Google como empleada de pleno derecho en 1999 y fue su primera directora de marketing.

“Su primer gran éxito llegó en el año 2000, con el debut de AdWords, los anuncios de texto en los que se puede hacer clic y que aparecen en las páginas de búsqueda de Google”, reseñan desde Encyclopedia Britannica, donde la ejecutiva tiene un perfil destacado como una de las mujeres más poderosas del panorama tecnológico actual. A ese éxito le sucedieron otros, como el lanzamiento de AdSense y la adquisición de Applied Semantics y DoubleClick, que hicieron de Google el rey de la publicidad digital -con un notable aumento de los ingresos-.

En 2020, Alphabet generó casi 183.000 millones de dólares en ingresos, de los que el 80% (unos 147.000 millones) procedía del negocio de anuncios de Google, según su informe anual. “Google es el líder del mercado de la publicidad en línea desde hace más de una década y se prevé que en 2021 tendrá una cuota de casi el 29% del gasto en publicidad digital en todo el mundo, según eMarketer”, recogía en mayo la web de CNBC. El año pasado, por primera vez, Alphabet reveló cuánto dinero aportaron los anuncios alojados en YouTube a sus resultados: 15.000 millones de dólares, que representaron alrededor del 10% de todos los ingresos de Google en 2019. “Estas cifras hacen que el negocio publicitario de YouTube sea casi una quinta parte del de Facebook, y más de seis veces mayor que el de Twitch, propiedad de Amazon”, escribían en el portal de información tecnológica The Verge a comienzos de 2020. Solo en el segundo trimestre de este año, YouTube ingresó por publicidad 7.000 millones.

La era de los ‘youtubers’

Fue en 2005 cuando Chad Hurley, Steve Chen  y Jawed Karim fundaron YouTube, una plataforma para compartir vídeos que facilitaba al usuario subir su propio contenido. Un año más tarde, en 2006, Google compró la empresa emergente por 1.650 millones de dólares, previa recomendación de Susan Wojcicki. En 2014, ella misma se convirtió en la consejera delegada de YouTube, cargo que ejerce desde entonces y desde el que dirige la transformación de la compañía en la era del renacimiento audiovisual, en el que compite con las televisiones tradicionales, Netflix, HBO, TikTok, Patreon o Instagram, entre otros. 

“De algún modo, YouTube ya es una nueva manera de consumir medios, no es así? Con lo que YouTube no compite necesariamente con una emisora o un canal o un tipo de contenido. En muchos sentidos, somos una forma totalmente nueva de participar, para que los creadores de contenidos los creen y para que los usuarios los vean”, contaba Wojcicki en abril del año pasado en el podcast Byers Market de NBC News. 

En ese espacio, la ejecutiva indica que casi la mitad de los contenidos de YouTube procede de creadores propios, que han crecido con la plataforma y a los que se refiere como “empresas de medios de comunicación de nueva generación”.  Entre ellos, algunos de los creadores con más sucriptores del mundo, como PewDiePie, Whindersonnunnes, CarryMinati o El Rubius

Google compró YouTube en 2006 por 1.650 millones a propuesta de la propia Wojcicki

En el fondo, YouTube es información y la compañía ha tenido que lidiar con cuestiones como la piratería, la desinformación, la violencia o los extremismos que aparecen en algunos de sus vídeos. Solo en el primer trimestre de 2019, la empresa eliminó 8,3 millones de vídeos de la plataforma, aseguró ese año Wojcicki en The Guardian: “Intentamos encontrar un equilibrio que permita un amplio abanico de voces, pero también nos aseguramos de que esas voces se atengan a una serie de reglas que sean conversaciones saludables para la sociedad”.

Sin embargo, las nuevas limitaciones también pueden ir en detrimento de la libertad creativa, como señalan desde la revista European Business Review. “A medida que YouTube lucha contra las catástrofes de la desinformación y descubre nuevas formas de abuso de su sistema, la empresa se está orientando hacia contenidos más comerciales y favorables a los anunciantes, casi a expensas de sus creadores”.

Fuente: Susan Wojcicki, la ‘aristócrata’ de Silicon Valley al mando de YouTube (eleconomista.es)