Azure Linux lleva desde octubre de 2022 en preview pública. Sin embargo, no ha sido hasta esta semana cuando Microsoft ha puesto a disposición de todo el mundo esta distribución. Este sistema operativo es de código abierto y funciona para el servicio Azure Kubernetes (AKS). Azure Linux tiene el objetivo de facilitar a los desarrolladores el uso de herramientas de Microsoft para implementar y gestionar cargas de trabajo de contenedores.
La distribución está diseñada para ser desplegada en la nube y ejecutar así múltiples contenedores. Cabe mencionar que está orientada a desarrolladores, por lo que no se trata de una distribución enfocada al público final. Su creación proviene del proyecto CBL-Mariner de Microsoft (Common Base Linux). Tal y como asegura Jim Perrin, gerente principal de programas de Microsoft Azure Linux, la compañía inició este proyecto porque necesitaba una distribución de Linux interna y una plataforma consistente para las diversas cargas de trabajo que los ingenieros ejecutaban en Azure.
“La distribución de código abierto personalizada por Microsoft nos permite tener un enfoque muy definido y muy orientado a Azure, y ajustar los componentes de la distribución exactamente a lo que necesitamos para admitir un host de contenedor y tratar de mantener las dependencias, los paquetes adicionales, y cosas así, al mínimo”, aseguraba Perrin en una sesión de preguntas y respuestas del Build 2023.
Una distribución enfocada al alojamiento de contenedores de AKS
Cuando habla de “muy orientado a Azure” hace referencia a que la tarea principal de Azure Linux es la de servir como host de contenedores para AKS. Además, está optimizado para el hipervisor Windows Hyper-V y se ejecuta en una maquina virtual, admitiendo tanto x86 como ARM.
“El host de contenedores Azure Linux proporciona fiabilidad y coherencia desde la nube hasta el borde a través de los productos AKS, AKS-HCI y Arc,” según menciona Microsoft en su página de soporte. Tal y como afirma la compañía, los usuarios pueden implementar grupos de nodos en Azure Linux a través de un nuevo clúster, pudiendo agregar estos grupos a los clústeres de Ubuntu existentes o migrar los nodos de Ubuntu a nodos de Azure Linux.
Uno de los aspectos más destacados es el tamaño de esta distribución. Y es que Azure Linux consta de una imagen de tan solo 400 MB y 300 paquetes, por lo que se trata de una distro ligera que prioriza el rendimiento y la seguridad. Según Perrin, la seguridad es uno de los factores clave, ya que todas las actualizaciones de este sistema operativo pasan por las pruebas de validación de Azure, siendo éstas actualizadas constantemente.
Microsoft vio con buenos ojos todas estas razones para desarrollar su propia distribución de Linux en vez de adaptar una de Fedora, CentOS u otras opciones disponibles comercialmente. Si bien es cierto que la compañía tomó prestado código de algunas de ellas, Microsoft no llegó a bifurcar las distribuciones.
Es evidente que Microsoft tiene una historia de altibajos con Linux. Desde aquel “Linux es un cáncer” de Steve Balmer ha pasado mucho tiempo y su estrategia pasa ahora por ofrecer herramientas para trabajar con este kernel, ya que en el fondo saben que es necesario.
“Microsoft tiene una especie de historia con Linux. Esas citas y esa animosidad son lo suficientemente viejas como para beber ahora… pero gran parte del sentimiento aún persiste hoy en día, por lo que parte de la razón por la que no elegimos comenzar con una distribución y bifurcarla para nuestras necesidades es que no queríamos que se nos viese como haciendo lo de ‘adoptar y extender’ otra vez. No queríamos hacer despertar nada de eso”.
Entre los socios de Microsoft que se han unido para el desarrollo de Azure Linux se encuentran algunos como Tenable, DataDog, HashiCorp o Dynatrace. Empresas como Palo Alto Networks ya ofrece soporte para Azure Linux como host de contenedores AKS a través de su plataforma Prisma Cloud, según apunta Derek Rogerson, jefe de marketing de productos de la compañía.