- El precio de los terrenos en los mundos virtuales se ha multiplicado por 4 o por 5 desde que Facebook, ahora Meta, anunció su apuesta decidida por estos entornos, dice Andrew Kiguel, CEO de Tokens.com
- Su empresa adquirió por algo más de 2 millones de euros unos terrenos especialmente bien ubicados en Decentraland a finales del año pasado. El récord ronda los 4 millones de euros.
- Los expertos recomiendan, sin embargo, invertir en este mundo con cuidado y siempre con un dinero que el inversor esté dispuesto a perder.
En el frágil mundo de las finanzas, las declaraciones de determinadas personalidades provocan verdaderos terremotos.
No es ningún secreto, por ejemplo, que muchos de los inversores de Tesla tienen desde hace tiempo un importante enfado con Elon Musk, el dicharachero fundador de la compañía que más de una vez ha provocado un acusado descenso en el valor de Tesla en bolsa anunciando en redes sociales como Twitter una venta masiva de acciones.
Por eso, cuando el fundador de Facebook anunció en otoño del año pasado que su empresa no solo cambiaba de nombre para pasar a llamarse Meta, sino que, además, cambiaba también de misión para intentar convertirse en la reina de los mundos virtuales que vienen, pocos dudaron de que aquellas palabras tendrían una repercusión que iría mucho más allá de Zuckerberg y de Facebook.
Así ha sido. Según ha explicado a la CNBC este jueves Andrew Kiguel, consejero delegado de Tokens.com, empresa especializada en criptoactivos que tendrán mucho que decir en el desarrollo del metaverso, el valor de los terrenos de los mundos virtuales se ha multiplicado por 4 o por 5 desde que Facebook anunció su nuevo horizonte.
No se trata, ni mucho menos, de una voz cualquiera.
Kiguel dirige una empresa que hace unos meses sorprendió a muchos al invertir unos 2 millones de euros en la compra de unos terrenos especialmente bien posicionados en Decentraland, uno de los mundos virtuales más prometedores a ojos de los expertos.
La cantidad responde, entre otras cosas, a la inquebrantable fe que Kiguel y su equipo tienen en que la realidad virtual será el entorno en el que los seres humanos se relacionarán en el futuro.
Esto se traduce en que para Tokens.com, los 2 millones de euros que han pagado ahora por estos terrenos virtuales serán un juego de niños en comparación con lo que las empresas estarán dispuestas a pagar por ellos en un futuro próximo.
No están solos en su apuesta. Poco después de conocerse la apuesta de Tokens.com, la empresa de desarrollo inmobiliario virtual de Janine Yorio, Republic Realm, gastó la cifra récord de cerca de 4 millones de euros en una parcela de terreno virtual en Sandbox, otro mundo virtual que gana cada vez más seguidores.
“El metaverso es la próxima iteración de las redes sociales. En ellos, puedes ir a una feria, puedes ir a un concierto, puedes ir a un museo”, ha explicado Kiguel a la CNBC.
Los conciertos y los eventos sociales son ya, de hecho, una realidad. Artistas como Justin Bieber, Ariana Grande y DJ Marshmello han actuado ya en realidades virtuales por medio de sus propios avatares, y Paris Hilton, bisnieta del magnate hotelero Conrad Hilton, hizo de DJ en una fiesta de Nochevieja en su propia isla virtual.
Estos se suelen producir en zonas céntricas del mundo virtual que cuentan con mucha afluencia de público. Al igual que sucede en el mundo real, para Kiguel la clave de los precios que están registrando los terrenos en el metaverso gira en torno a un elemento esencial: la ubicación.
A partir de ahí, la compra de terrenos virtuales es bastante sencilla, ya sea directamente desde la plataforma o a través de un promotor. Los inversores construyen en su terreno y lo hacen interactivo. “Puedes decorarlo, puedes cambiarlo, puedes renovarlo”, dice Yorio a la CNBC. “Es un código”.
Yorio ha advertido también, por otra parte, de que invertir en bienes raíces digitales son un negocio arriesgado.
“Solo se debe invertir el capital que uno esté dispuesto a perder. Es un mercado altamente especulativo. Está basado en el blockchain, y, como todos sabemos, las criptomonedas son muy volátiles. Pero también puede ser masivamente gratificante”.
Consultado por este medio, Mark Stapp, profesor y director de teoría y práctica inmobiliaria en la Universidad Estatal de Arizona, está de acuerdo.
“No pondría en esto un dinero que me importara perder. Si continúa como va, lo más probable es que sea una burbuja. Estás comprando algo que no está ligado a la realidad”.
Hoy, basta un ordenador con no mucha potencia para adentrarse en estos entornos.
Meta y otras empresas del sector, sin embargo, tienen la idea de que en unos años, para construir mundos inmersivos lo suficiente realistas y cómodos como para que la gente quiera pasar en ellos buena parte de su tiempo, harán falta otro tipo de dispositivos.
Y por ahí vienen las siguientes innovaciones. Antes incluso de pasar a llamarse Meta y anunciar que el futuro será virtual, Facebook adquirió Oculus, unas gafas de realidad virtual que desde hace tiempo hay que vincular obligatoriamente a cuentas de Facebook.
La empresa, además, ha presentado ya una buena cantidad de patentes ante las autoridades de EEUU que dan una idea de cómo cree que será la realidad virtual en un futuro próximo.
Estas trazan un entorno hiperrealista que captará datos de los usuarios de los usuarios de forma masiva pero en el que elementos como la seguridad o la privacidad de quienes usan los dispositivos quedan en segundo plano.
“Es muy preocupante que la privacidad y la seguridad no estén más presentes en estas vacantes. Podrían estar y deberían estar”, ha explicado al respecto a Business Insider Owen Vaughan, director de investigación de nChain, una empresa centrada en la seguridad y la privacidad de los datos.
Enlace al artículo original: Los inversores están pagando millones por terrenos virtuales en el metaverso | Business Insider España