La NASA está dando mucho de qué hablar últimamente. Hace unos días se anunció que iba a desarrollar una interfaz de inteligencia artificial parecida a ChatGPT. Ahora una foto hecha en sus instalaciones ha dado la vuelta a las redes sociales. En la actualidad la agencia especial dependiente del gobierno estadounidense está inmersa en distintos proyectos. Uno de ellos, el más interesante, el de llevar tripulaciones al planeta Marte.
Para preparar quizá a los futuros pioneros de expedición, la NASA construyó un hábitat de 158 metros cuadrados simulando el paisaje de Marte. El objetivo es que las personas que entren en este pasen nada menos que 378 días encerrados para estudiar cómo se comporta el cuerpo humano a tales condiciones fuera de la Tierra.
Los afortunados seleccionados para llevar a cabo el experimento y vivir esta aventura son: la científica Kelly Haston, el oficial médico Nathan Jones, la microbióloga Anca Selariu y el ingeniero Ross Brockwell. Todos ellos entraron en el hábitat este pasado domingo día 25 de junio. Es de esperar que si todo sale bien no salgan hasta el verano de 2024.
Los cuatro desconocidos tendrán que sobrevivir al hábitat marciano
A pesar de que se supone que los resultados de las pruebas servirán para futuras expediciones, lo que más ha sorprendido a los usuarios de las redes sociales ha sido otra cosa. En una foto compartida en la red se puede ver que a los “astronautas” se les ha permitido llevar una serie de libros para que puedan entretenerse durante el largo año.
Ahora bien, ¿cuáles eran estos volúmenes? Si a alguno de nosotros nos diera la opción de llevarnos uno o dos libros como máximo durante un periodo tan extenso ciertamente nos lo pensaríamos bien antes de elegir. Seguro que seleccionaríamos uno grande para que nos durara y fuera divertido. Bueno, pues olvídalo, porque no este no es el caso.
En la citada foto se puede ver el título de Blind Descent: The Quest to Discover the Deepest Cave on Earth un ensayo novelado del autor James Tabor. La obra narra y profundiza en la aventura claustrofóbica de dos exploradores: Bill Stone y Alexander Klimchouk que trataron de llegar a lo más profundo de la Tierra mediante inmensas cuevas.
La contraportada del libro menciona que “es un emocionante relato épico”, y vaya si lo es. Como continúa la sinopsis, los dos personajes “tienen que superar precipicios de cientos de metros de profundidad, galerías inundadas, rabiosos ríos subterráneos, cascadas monstruosas, gateras kilométricas y mucho más”.
Si os lo estáis preguntando sí, existe traducción al castellano de la mano de la editorial Paidotribo con el título de Descenso a ciegas. La aventura para descubrir el lugar más profundo de la tierra. Se puede adquirir en Amazon por un precio de salida de 17,50 euros, aunque ahora mismo está rebajado un 5 % quedándose en 16,62 euros.
Como puede comprobarse una lectura tranquila y sosegada para una persona que, si todo va según lo previsto, estará encerrada con otros tres desconocidos en un cubículo durante los siguientes doce meses y medio. Aparte de leer, la NASA ha confirmado que también harán otra clase de actividades como “paseos espaciales simulados, operaciones robóticas, mantenimiento del hábitat, higiene personal, ejercicio y labores agrarias”.
El conocido como Planeta Rojo todavía no está a nuestro alcance, pero en un futuro no muy lejano sí podría estarlo. La NASA y otros organismos todavía siguen estudiándolo desde lejos y descubriendo cosas tan sorprendentes como sus increíbles tonalidades verdes y fucsias. Sí, nuestro Sistema Solar sigue siendo un gran desconocido.