Uno de los propósitos por los que Elon Musk fundó su empresa aeroespacial SpaceX es la idea de que el ser humano llegue a Marte. El megacohete Starship, que será el que envíe de nuevo a un astronauta a la superficie de la Luna, se espera que también pueda llevar una tripulación al planeta rojo en el futuro.
El magnate está tan seguro de que se podría enviar a personas a Marte que desde 2003 que creó SpaceX ha invertido miles de millones de dólares a ello. No obstante, su obsesión con nuestro planeta vecino comenzó mucho antes, en los años 90, cuando participó en el proyecto Mars Oasis que investigaba la forma de crear un pequeño sistema hortícola en la superficie roja, como si se tratase de un invernadero.
Mil cohetes a Marte
Hace varios años, cuando X todavía no era de su propiedad y se seguía llamando Twitter, le preguntaron que cuántos megacohetes de la firma haría falta para que el planeta fuese habitable para los humanos. Musk fue claro y conciso a la par que ambicioso: “Mil cohetes Starship serán necesarios para crear una ciudad sostenible en Marte”.
Ahora, aunque lejos de esa meta, estamos mucho más cerca de esa respuesta que cuando se publicó. Fue en 2019, cuando Starship aún no estaba listo. En 2023, el famoso vehículo espacial realizó dos lanzamientos de prueba que, pese a que terminaron estallando, demuestran que SpaceX está cada vez más preparado para que un vuelo tripulado sea viable.
Estamos en proceso de pruebas y, para los 1.000 despegues que planteaba Musk, se necesitarían como mínimo diez años más para la construcción y la programación de los distintos lanzamientos. El objetivo del empresario es optimista y no parece viable a corto plazo, pero continúa presente en las metas de SpaceX. Tanto es así que hace unos meses compartieron un vídeo de la utópica ciudad marciana.